Hoy he estado viendo la película Elizabethtown, protagonizada por Orlando Bloom y Kirsten Dunst.
Sé que las comedias románticas nunca tienen muy buena prensa, pero a mí esta me ha gustado mucho. Tengo que admitir que soy una ñoña y me gustan este tipo de películas que ayudan a perpetuar la falsa idea de que las historias de cuento de hadas existen en la vida real. Pero la verdad es que la forma en que se organiza esta historia me ha parecido bastante original, y la protagonista es tan cielo (me recuerda a un par de personillas) que no puedes sino enamorarte un poco de ella.
Me quedo con la escena de la conversación telefónica. Os pongo en situación: Drew y Claire se conocen en un avión; ella es la azafata del vuelo en el que él es único pasajero, así que como ella se aburre se pasa el viaje hablándole, dándole instrucciones sobre cómo llegar a la ciudad desde el aeropuerto y demás. Él acaba bastante harto de ella porque no le deja dormir, pero al llegar al motel después de un duro día y ver que no tiene nadie con quien hablar, la llama a su móvil. Ella no responde, y él decide que mejor así, que ha sido un error llamarla. Pero ella le devuelve la llamada:
Me parece una escena preciosa. No recuerdo haber hablado así con nadie por teléfono durante horas en medio de la noche (bueno, con mi mejor amiga, pero la conversación no empezó precisamente por algo bueno...). Una de esas conversaciones en que empiezas hablando de trivialidades y acabas encontrando el sentido de todo, un amigo, un confesor, un alma gemela.
Ojalá pudiera tener esa conversación algún día.
Y si es con un hombre tan guapo como este, más mejor todavía.
Porque como mi mejor amiga y yo solemos decir: "Él aún no lo sabe, pero en el fondo me ama".
I failed my greatest BBC. Moving on. Today, entry in Spanish.
Hoy, hablamos de la gente. Porque amigos y amigas, no entiendo a la gente.
El vídeo no tiene que ver, pero la estaba oyendo ahora y es divertida
Y hablo especialmente de la forma que tiene la gente de relacionarse. Como descripción, el título de la entrada, o como reza la cita de norecuerdoquién: "Siempre es más fácil hacerlo de la manera más difícil".Y es de acuerdo a esta ley que se regula todo el proceder humano.
El hombre vive una gloriosa época en que blanco es blanco, negro es negro y los tazos molan. Pero le dura poco (y ese hombre es mujer, aún menos) y después todo se vuelve oscuro. Los gestos ya no son lo que parecen, las palabras ocultan dobles, triples sentidos con salto atrás en tirabuzón y comenzamos a mentir como bellacos. Y lo que es peor, a fingir, la performación física de una irrealidad mental. Vamos, que si las palabras vacías duelen, las acciones vacías no digamos. Como toda acción tiene su reacción y/o consecuencia, nuestro vocabulario crece con palabras nuevas como traición, celos, rencor...
La amistad es un buen terrario en el que estudiar todos estos nuevos conceptos; el amor, siempre exacerbando todo hasta el último extremo, es el paroxismo de la falsedad humana.
Antes de empezar a hundirnos en ese cenagal de sentimientos, todo parece bastante sencillo: Tylor conoce a Dyllan, a Tylor le gusta Dyllan, Tylor se declara y: A. sus sentimientos son correspondidos, yuppie, a lucir su amor y carantoñas allovertheplace, o B. Dyllan manda al solicitante a paseo y Tylor se queda como atropellado por un autobús. PUNTO. Si sale bien, bien, si no, te jodes y a otra cosa.
PERO NO.
¿Para qué vas a admitir que te gusta Tylor si puedes fingir que no y hacerte la dura para ver si así consigues que le intrigue tu misterio (dafuck?)? ¿Por miedo? ¿Por timidez? ¿Porque lo vuestro es imposible, ya que asesinó a tus doce primos, violó a las vacas de tu abuela y le prendió fuego a la bodega de tu madre? Vale, en este último caso lo entiendo, vives un drama bíblico, haz lo que te de la gana. En los anteriores sólo te estás complicando la vida y la de los demás.
Pero, ¿qué pasaría si alguien viniera de frente tras apenas conocernos a decirnos: "Eh, me mola tu gramola, ¿quieres ser mi novio (por variar)?". Pues que como estamos todos jodidos de fábrica,seguramente un buen porcentaje no se fie (especialmente, los que han sido apaleados con anterioridad). Con lo cual...como los de un lado y los del otro están pervertidos por la falsía, la cosa pinta mal.El amor es complicado; el compromiso, la convivencia. Se han escrito libros, poemas, canciones sobre ello, todos lo hemos oído, si no vivido. Entonces, ¿qué necesidad tenemos de complicarlo aún más antes de que comience la relación? Por nuestro absurdo afán de vivir en un puto libro de Charlotte Brontë, por lo visto.
Sería más lógico que, sabiendo que es más que probable que se tuerza por cuestiones que escapan a nuestro control, tratáramos de aproximarnos a la persona ¿amada? de la forma más pura, trasparente y sincera posible, digo yo, siendo nosotros mismos (nada de esas mierdas de voy a hacer H o B porque sé que a Tylor/Dyllan le gusta aunque a mí no). Y todo esto lo digo desde el enfoque más teórico, porque no os engañéis, yo no estoy metida en ningún fegado semejante. Estaríamos buenos.