viernes, octubre 15, 2010

Spanish Army Conquering England

Ayer fue la reunión de los españoles en las zonas que rodean Londres (aunque por lo que pude comprobar, había gente venida de muchas otras partes del país).
Fue...bueno, como repirar una bocanada de aire enorme después de haber estado un rato corriendo. Te llena los pulmones de vida, pero al mismo tiempo te puede volver la cabeza del revés. Algo así me pasó, porque por primera vez en mi vida estaba en Londres, la ciudad que he querido visitar desde que tengo uso de razón, y al final, me dio igual. No vi nada turístico (miento, Picadilly Circus, pero porque pasamos por delante), y apenas prestaba atención a por dónde iba. Pero igualmente, lo pasé genial. Poder decir cualquier cosa y que te entiendan sin más explicaciones es un auténtico milagro. Además, había tantas caras conocidas que era como estar en España de excursión por un rato.
Al llegar a casa, pese al terrible cansancio, no podía parar de sonreír. "Se te ve feliz", me dijo mi compañera de piso.
Hoy ya no era así. Cosas que pasan.

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