viernes, marzo 29, 2013

De lo que se va para no volver

Mañana comenzamos la mudanza.Volvemos a mi antigua e ídilica (pausa para risas) casa de campo después de aproximadamente un año viviendo en un piso en la ciudad. Y la cosa me ha dado que pensar.

Por varios motivos, el cambio de casa en mi vida tuvo muchas consecuencias, entre ellas un estilo de vida algo diferente. Y no sólo eso. Casualmente (aunque ya sabemos que soy poco amiga de las casualidades), junto con ese cambio de ubicación vinieron muchos otros, en varios aspectos: social, académico, laboral, si se quiere; en este último año en mi vida se han ido abriendo muchos capítulos nuevos, que en su desarrollo han ido siguiendo derroteros bastante curiosos, en ocasiones. En otras, inesperados. Y a veces no demasiado agradables.

Pero de un tiempo a esta parte, me viene dando la sensación de que la historia estaba en un punto crítico. Algunos capítulos habían concluído con un final decente. Otros seguían líneas argumentales un poco raras, imprevisibles, pero, como diría una amiga, eran comestibles. De otros, hace tiempo ya que no entiendo una palabra; juraría que los escriben en un idioma que yo no hablo, pero bueno, cosas que pasan. Sin embargo, si en algo parecen coincidir todos es en que se van cerrando. Este piso desde el que aún escribo ha abierto  un ciclo, y ahora que me tengo que ir todo parece volver a donde estaba antes de venir aquí.

¿Es eso bueno o es malo? No sabría decir. En cierto modo, el cambio es algo que siempre está presente y es inevitable, por mucho que se luche contra él; es más, yo defiendo que es algo bueno, aunque a veces da miedo. Y desde luego cambios han sucedido. Pero el hecho de que las aguas parezcan haber vuelto a su cauce me deja un amargo sabor de boca, porque en cierto modo pareciera que mi vida no ha evolucionado nada. Vuelvo al punto cero. Vuelta a empezar. Más vieja y más sabia, espero.

Sólo queda hacer recuento de bajas. Sé que hay cosas que se han perdido para siempre, y no puedo sino dejarlas ir (¿quizás con alivio?); otras llegaron para quedarse, y me alegro enormemente de todo lo bueno que pueda conservar; como sabemos, toda experiencia tiene su aspecto positivo. Sobre otras cosas siempre dudaré de que realmente existieran.

Pero es que, en realidad, tampoco podemos saberlo todo.


2 comentarios:

  1. Yo creo que algo raro pasa, algo muy raro, porque yo siento que también he vuelto al mismo punto en el que estaba el año pasado y no creo en las coincidencias. http://battlefieldo.com/attachments/that-suspicious-meme-jpg.1617/

    ResponderEliminar
  2. El cambio no siempre es bueno. Todos nos hemos encontrado alguna vez con alguien de nuestra infancia y hemos comprobado lo echado a perder que está. Creo que más bien se trata de poder aprender de la experiencia, reconocer los errores si corresponde y seguir adelante o volver atrás según lo que la vida nos permita o nos depare. No todo cambio que decidimos iniciar nosotros será positivo, al igual que no todo cambio que nos venga impuesto será negativo. Sea como fuere, siempre hay que verlo como una oportunidad de mejorar desde nuestro interior, porque eso es lo que va a perdurar estemos donde estemos y hagamos lo que hagamos.

    En tu caso, yo destaco un punto muy importante, que es el hecho de tener un lugar al que volver. Representa esto un retroceso? No, realmente. Piensa en la gota de lluvia, que va al rio, luego al mar, y de ahi vuelve a una nube, para iniciar el ciclo de nuevo. Sin embargo, habrá formado parte de muchas nubes, muchos rios y muchos mares distintos. Puede ser una gota de lluvia, de rio o de mar, pero no puede dejar de ser húmeda. Esa es su esencia. Y está condenada a vivir ese ciclo. Nosotros, sin embargo, buscamos evolucionar. Y muchas veces se puede tener la sensación de que volver a un lugar ya explorado es contrario a esta evolución. Pero nada más lejos de la realidad. Este es un tipo de pensamiento que limita nuestra existencia a que tengamos más o menos suerte de encontrar ciertos estímulos externos (las casualidades tampoco son lo mio). La evolución está en nuestro interior y no tiene que ser mayor en un empresario que en un pastor. Cada movimiento otorga ciertas ventajas e inconvenientes, pero al final todo pasa por saber disfrutar la vida que tenemos, con lo que nos viene o podemos conseguir, respetando a los demás y a uno mismo, sin amargarnos con falsas "necesidades". Con estabilidad interior todo lo demás está ganado y toda experiencia enriquece :)

    Besos desde la blogosfera y feliz reencuentro con tu hogar ^^

    ResponderEliminar